El término “Fiscalista” no está en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, empero, está arraigado al menos en México.

Los Fiscalistas son mayormente Contadores Públicos, pero también hay Abogados. La especialización de los temas tributarios y el incremento en el uso de la tecnología en la especialidad ha dado pie a que otras profesiones se agreguen a este selecto grupo como lo son Economistas, Ingenieros, Administradores de Empresas, Licenciados en Tecnologías de la Información, Actuarios, Licenciados en Relaciones Internacionales, Comercio Internacional, etcétera, no es extraño encontrarse con algún Ingeniero Químico, y hasta algún Arquitecto.

La formación de los Fiscalistas es difusa, la carga de materias relacionadas a Fiscal en el plan de estudios de los Contadores varía entre el 4% y 10%, en el caso de los Abogados, la carga de materias es sustancialmente menor.

No existe una Carrera especifica para Fiscal como sí lo hay para Finanzas, Negocios Internacionales, Mercadotecnia, Emprendimiento, Inteligencia de Negocios, incluso la gestión de la Responsabilidad Social merece tener una Licenciatura Específica; Una profesión que maneja prácticamente un tercio del PIB del país, no ha ameritado para las Universidades, salvo honrosas excepciones en Coahuila y Veracruz, desarrollar una Carrera enfocada en la Tributación.

Los Fiscalistas no nacen en las Universidades, quienes estudian Contaduría o Leyes, despiertan el interés de lo Fiscal en base a las escasas materias que llevan o porque inician a trabajar en Firmas o Despachos. Complementan su formación con Cursos, Seminarios, Diplomados, Especialidades, en el mejor de los casos con Maestrías y en menor medida con Doctorado, por lo que no existe una formación homogénea y como consecuencia el nivel de conocimiento es dispar entre quienes se dedican a esta especialidad.

El concepto de Fiscalista 4.0 debe nacer en un entorno donde la demanda del dominio de diversos campos del conocimiento lo requieren para llevar adecuadamente el cumplimiento fiscal de las empresas: Leyes fiscales de carácter municipal, estatal, federal, interpretación, lenguaje, manejo de grandes volúmenes de datos, tributación internacional, precios de transferencia, derecho mercantil, amparo, comercio exterior, sistemas computacionales, etcétera, pero también habilidades como: síntesis, análisis, planeación, inteligencia emocional, liderazgo, administración de proyectos, manejo del cambio, etcétera, suficientes para completar una malla curricular de Licenciatura.

Estamos hablando de una especialidad que administra entre el 30% y el 40% de las utilidades de las empresas en términos de ISR, PTU y pagos de contribuciones de seguridad social. Que permite que la empresa pueda seguir facturando al cumplir lo relacionado con el CFDI, que no se detengan las mercancías con el Complemento Carta Porte, que no se congelen las cuentas bancarias ante algún incumplimiento fiscal. Es, el Fiscalista, la persona que permite que el negocio siga funcionando.

Veamos quien es el guapo que ataca esta veta y apuesta por una de las especialidades más demandadas y de mayor complejidad.

El ICPNL y su Escuela de Especialidades conscientes de esta necesidad de capacitación ha robustecido su oferta de cursos, seminarios, diplomados, ciclo de conferencias, especialidades, maestrías e incluso en fecha reciente lanzo su Doctorado, con el enfoque y perfil del Contador Público 4.0 no solo incluye el aspecto fiscal sino todas aquellas habilidades que necesita el Fiscalista de hoy para hacer frente a las demandantes exigencias de la profesión.

Papá: te extraño, un abrazo hasta el cielo.

Ezequiel Isidro Martínez Guerra

EL autor es Contador Público, Vicepresidente Sector Empresas del Consejo Directivo ICPNL 2022.

Información recibida por el periódico El Financiero,  15 de febrero del 2022.

https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/2022/02/15/ezequiel-martinez-fiscalista-40/