La reforma debería prever una reducción a las tasas fiscales para que la informalidad pase a la formalidad.
El 2020 ha sido un año en donde el gobierno federal dejó notar su postura contra empresarios, como ese dicho que dice “Cada quien rásquese como pueda” y de cómo conducirá el país, es decir, otorgando programas sociales en vez de premiar a quienes laboran y producen. Asimismo, su cacería de contribuyentes, en vez de hacer que los que están en la informalidad pasen a la formalidad y haciendo mancuerna con los que no puede capturarlos.
El 6 de septiembre, es la fecha limite para para que Arturo Herrera (secretario de la SHCP) entregue a la Cámara Baja del Congreso de la Unión el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021. Los diputados tendrán hasta el 20 de octubre para aprobarla y enviarla a la Cámara alta, donde los senadores tendrán hasta el 31 de octubre para su aprobación y regresarla a la Cámara baja. Los Diputados deberán aprobarla en el pleno antes o el 15 de noviembre, para que el ejecutivo la promulgue en el Diario Oficial de la Federación en un lapso no mayor a 20 días.
De acuerdo a análisis realizado en comisiones del ICPNL (Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León), se estima que los ingresos tributarios en el 2021 sean insuficientes para mantener sus crecientes programas sociales, con un tinte más electoral. Si no hay reforma fiscal estratégica, se empezarían a usar los fondos de los fideicomisos, acaparar las AFORES, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Del FEIP se ha usado en el 2019 125 mdp, en el 2020 se planea usar 80 mdp, dejando un saldo de 80 mdp si este se usará hoy.
¿Y cómo se prepara el Presupuesto 2021?
En la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, artículo 42, fracción I, se establece que para la aprobación de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos, el Ejecutivo Federal envía al Congreso de la Unión, como fecha límite el 1 de abril, el documento de los Pre-Criterios 2021. En los Pre-Criterios, la SHCP estima un cierre de 2020, de un PIB entre -3.9 y 0.1 por ciento, tipo de cambio de 22.90 (por debajo del mercado desde abril a la fecha), una inflación 3.5 por ciento, con ingresos tributarios y petroleros menor a lo estimado en su paquete fiscal 2020. Para el 2021 estiman un PIB entre 1.5 y 3.5 por ciento, tipo de cambio 21.30 pesos por dólar, cuenta corriente -16 mil 339 mdd y un déficit tributario de 153 mil 831 mdp, mayor al déficit estimado para 2020 (85 mil mdp).
¿Qué se espera?
Una reforma inteligente debería ser inclusiva (empresarios, trabajadores y gobierno); clase alta, media y baja; formalidad e informalidad; nacionales y extranjeros; entre otros. Es decir, que la reforma debería prever una reducción a las tasas fiscales para que la informalidad pase a la formalidad; un incremento en multas para pensar dos veces si se quiere evadir impuestos; y a servidores públicos penas sin derecho a fianza ni volver a tener cargos públicos en caso de corrupción por mínima que sea.
¡Veremos que nos trae la recta final de este año 2020!
El autor es Socio de MCM Profesionales, Integrante de la Comisión Fiscal Regional del IMCP Noreste, de la comisión Fiscal del ICPNL, del Comité de Prensa del ICPNL, y Presidente de la Subcomisión de Cumplimientos Fiscales.
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Información extraída del sitio web El Financiero, 18 de agosto del 2020, sitio web:
